Un maratón se puede correr de tres maneras distintas. ¿Qué estrategia te ayudará a obtener los mejores resultados?
Un maratón se puede correr de tres maneras distintas.
Estrategias para marcar el ritmo de carrera
Comencemos por mencionar que el hecho de tener una estrategia es lo más importante. Cuando se participa en una carrera tan larga como un maratón o un medio maratón, se debe tener un plan de carrera que nos ayude con la concentración. Algo que puede resultar de gran ayuda durante la carrera es dividir la misma en secciones y objetivos. Eso nos dará una referencia a la cual aferrarnos cuando la cosa se ponga difícil.
Las dos estrategias más comunes para marcar el ritmo de carrera es comenzar a un ritmo lento y guardar fuerzas para acabar más rápido, o bien, comenzar a un ritmo rápido y terminar con uno más lento. Ambas tienen sus ventajas y riesgos en lo físico y lo psicológico.
Los corredores menos experimentados suelen comenzar la carrera con un ritmo demasiado optimista y en la segunda mitad tienen que bajar el ritmo considerablemente. Así que el riesgo de comenzar demasiado rápido radica en que se podría terminar la última parte de la carrera caminando o en que ni siquiera se pueda terminar y hay que abandonar.
Entonces parecería que es más seguro seguir una estrategia opuesta, esto es, comenzar a un ritmo lento y más precavido y terminar a uno más rápido. No obstante, así se corre el riesgo de acelerar demasiado tarde y no lograr el mejor resultado posible.
Corre a un ritmo constante
El plan de entrenamiento My ASICS se basa en una estrategia distinta para lograr el tiempo que se pretende: correr a un ritmo controlado a lo largo de toda la carrera. Esto tiene varias ventajas:
1. En primer lugar, es una estrategia sencilla que requiere concentrarse en una sola cosa: tu ritmo.
2. Otra ventaja de correr la carrera a ritmo constante es que se puede entrenar para ello. Controlar el ritmo es una habilidad que el plan My ASICS te puede enseñar. Sobre todo a lo largo de un entrenamiento para correr distancias largas uno aprende a evaluar su estado físico y a mantener el ritmo aunque se esté cansado. Se trata de una habilidad clave para la última parte de la carrera, en la que se vuelve más difícil mantener el ritmo.
3. Por otra parte, si alrededor del kilómetro 30 te sientes bien de piernas, podrías considerar la idea de aumentar el ritmo ligeramente. En ese punto, también empezarás a adelantar a corredores que comenzaron demasiado rápido y eso les esté pasando factura. El dejar atrás a otros competidores definitivamente te dará un extra de motivación, justo cuando más lo necesitas.
¿Qué estrategia te ha funcionado mejor?
¿Tienes algún consejo? ¡No dudes en compartirlo con nosotros en la sección de comentarios!
fuente: www.asics.es
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