martes, 3 de junio de 2014

APRENDE A DARLO TODO

Corre cada serie como si fuera la última para convertirte en un corredor más duro.


El fartlek semanal para corredores de élite y aspirantes a la élite en el semillero de formación keniana de Iten empieza rápido y continua rápido. Cientos de fondistas tratan de permanecer con los líderes, van tan veloces como pueden y, cuando ya no consiguen seguir el ritmo, quedan rezagados. Es un concepto desconcertante para los visitantes europeos y estadounidenses, que durante mucho tiempo han sido adoctrinados para calibrar su ritmo de manera que se aseguren que pueden terminar las sesiones. Pero para los kenianos este estilo de entrenamiento ‘corre hasta que revientes’ les empuja a poner a prueba su destreza.

Un ritmo cauteloso te permite distribuir tu energía de manera uniforme para que puedas completar el entrenamiento que has planificado. Sin embargo, impone límites preestablecidos: cómo de rápido comienzas se determina de antemano en tu cabeza en lugar de venir dado por lo bien que puedas encontrarte en ese momento. El enfoque keniano, en cambio, es comenzar cada sesión, ya sean fartleks o series en pista, lo más rápidamente posible y permanecer así el mayor tiempo que tu cuerpo te permita. Es un estilo de alto riesgo y alta recompensa que requiere hacer caso omiso de las advertencias de tus piernas y pulmones. Pero una vez que lo domines, responderás mejor a los retos que encontrarás en cada competición y evitarás terminar con la sensación de que podías haber dado más.
SÉ RÁPIDO
  • Los corredores en Iten siempre tienen a alguien más rápido a quien perseguir durante sus extenuantes jornadas de entrenamiento (lógico, estamos hablando de una de las cunas del fondo mundial, donde pegas una patada a un bote y sale un chaval que corre el 10.000 en menos de 27 minutos) pero ese tipo de sesiones de entrenamiento se pueden imitar, incluso si estás entrenando solo. Inicia una sesión de series a un ritmo más ambicioso de lo que normalmente puedas mantener —hasta un 5% más rápido— y elige un umbral que sea un 2% más lento que tu objetivo como la señal para parar. Haz tantas repeticiones como puedas a tu ritmo objetivo y en cuanto llegues a los tiempos que te has marcado como umbral, para. Si estás haciendo series de 400 metros o menos y no has alcanzado tu objetivo debido a un error de cálculo de ritmo en lugar de a la fatiga, eso significa que puedes aguantar un poco más. Si es todo lo contrario, no aguantarás mucho. (Si intentas continuar realizando descansos cada vez más largos, vas a estar más tiempo descansando que corriendo).
PIENSA EN EL MOMENTO
  • El método convencional nos enseña a regular nuestra energía de manera uniforme sobre una distancia establecida, que es por lo que estas sesiones ‘corre hasta que revientes’ resultan tan estimulantes. Simulan situaciones en las que un competidor repentinamente toma la delantera. No sabes cuánto tiempo durará esa aceleración, pero si quieres ganar, tienes que aguantar. A medida que vayas completando repeticiones no pienses en lo que queda, sentirás la tentación de empezar a conservar energía. Considera cada repetición como la última.
ESTATE ATENTO
  • No te tomes de manera demasiado literal el concepto ‘correr hasta reventar’. Si tienes cuidado y sigues el ejemplo de Kenia, parar cuando ya no puedes más, deberías ser capaz de recuperarte igual de rápido que después de cualquier otra dura sesión. Dicho esto, limita este tipo de entrenamiento a una o dos veces al mes. La fuerza mental que obtendrás resulta incalculable, pero inútil sin el sentido del ritmo desarrollado en las sesiones tradicionales. Mezcla los dos tipos para dominar ambos.
CANSAR Y PARAR
Dos veces al mes cambia tu trabajo de velocidad por alguna de estas sesiones ‘corre hasta que revientes’
  • Corre 600m a un ritmo que creas que puedes mantener durante 6-8 repeticiones –por ejemplo unos 5 segundos más rápido que tu ritmo de 5K– con 1 minuto y medio de descanso entre series. Para en cuanto corras una de las series más de dos segundos más lento que el ritmo que te has marcado.
  • Alterna 300m a ritmo de 5K con 100m a ritmo de media maratón; calcula el ritmo previamente y redondea hasta el segundo más cercano. Repite hasta que realices dos series donde no consigas mantener el ritmo por más de un segundo.
fuente: www.runners.com

EVITAR EL FLATO CORRIENDO


Se suele usar el falso mito de que el flato son gases, pero intentemos averiguar cómo se produce y cómo solucionar este dolor que aparece de forma tan repentina.
El flato (‘side-ache’, ‘subcostal-pain’ o ‘stitch’, en inglés) es un dolor que tiende a situarse entre el pecho y el abdomen a la altura del músculo diafragma y, lo más curioso, suele aparecer en las actividades físicas que implican carrera. Por esta razón existen muchas teorías que explican el dolor por las oscilaciones de la carrera debido a la tensión de los ligamentos que unen el estómago con el diafragma. Además, también explicaría que al comer o beber más (estomago más pesado) aumentan las oscilaciones, y por lo tanto, el flato.
Otra teoría: una referente al flujo sanguíneo explica que cuando realizas actividad física, la sangre se dirige hacia los músculos implicados y se restringe al diafragma, provocando dolor y, además, al comer o beber, el diafragma no recibe sangre ni oxígeno suficiente. Esta teoría indica que el flato estaría asociado a problemas en la respiración por falta de oxígeno. Por otra parte, una tercera teoría explica que cuando se sobrecarga el estómago, se irrita el peritoneo provocando dolor.
El tema del flato tiene lagunas. Lo más acertado es pensar que se puede atribuir el flato a alguna de estas causas, y que por separado o en conjunto, hacen aparecer este molesto dolor. Lo que sí puedes hacer es seguir los siguientes consejos para poder prevenirlo.

¿QUÉ HACER PARA PREVENIRLO?

- Principalmente, para evitar el flato es conveniente tener una adecuada salud digestiva y evitar la acidez o la inflamación intestinal. Estos problemas gastrointestinales se pueden solventar teniendo una buena alimentación.
- Procura disminuir las oscilaciones. Evita las cuestas hacia abajo, vigila tu calzado y la técnica de carrera, sobre todo para cuidar la amortiguación.
- Evita quedarte sin oxígeno, respira de forma controlada retrasando la aparición de hipoxia.
- Mejora la técnica de carrera para evitar el rozamiento de las vísceras y la irritación del peritoneo.
- Para evitar que el estómago tenga mucho peso, procura hacer la digestión antes de ponerte a correr. Date tiempo (unas 2-3 horas) después de comer y evita comidas copiosas.
- Cuando tengas sed, mejor dar pequeños sorbos que grandes tragos de golpe.
- Disminuye el ritmo en carrera, haciéndola más suave.
- Realiza un entrenamiento de la musculatura respiratoria.

¿QUÉ HACER CUANDO APARECE?

- Sigue caminando y no te pares de golpe. Presiona la zona del dolor (generalmente debajo de las costillas, en los músculos intercostales) y flexiona el tronco poco a poco hasta que vaya desapareciendo el dolor. Acto seguido, realiza una extensión del tronco en la zona donde se tenga el dolor, llevando el brazo del lado donde se sitúa el dolor por arriba de la cabeza y hacia el lado contrario. A los pocos minutos, sigue caminando.
- Realiza unas cuantas espiraciones para vaciar el aire de los pulmones y favorecer la relajación del músculo diafragma.
- Siéntate y tómatelo con calma. Estira la musculatura abdominal para estabilizar las vísceras y evitar que las oscilaciones afecten en mayor grado.
- Si el dolor se hace insoportable, lo más aconsejable es parar la actividad para evitar que el problema se agrave. Es recomendable una visita al médico si los problemas persisten.

fuente: www.asics.es

CÓMO VOLVER A EMPEZAR DESPUÉS DE UN PARÓN

¿Cómo regresar tras un tiempo de descanso? Depende de por qué estuvieses parado.



Rara vez un entreno para un maratón (o para una media) sale de acuerdo a lo planeado. Surgen inconvenientes; las obligaciones laborales o familiares tienen prioridad, y siempre hay alguna enfermedad o lesión que hace imposible cumplir con el programa propuesto. En términos generales, si pierdes una semana de entrenamiento puedes volver de nuevo al plan siempre y cuando te lo tomaras en serio y fueras diligente con los entrenamientos durante al menos 4-6 semanas antes del parón. Pero si el tiempo de inactividad dura de 10 días a 2 semanas (o más) hay que evaluar cómo volver de nuevo a la rutina de enlazar sesiones. ¿El primer paso? Que no te entre el pánico. Tómatelo con calma. Hagas lo que hagas, no trates de recuperar de golpe todos los kilómetros que te has perdido. Puede aumentar el riesgo de sufrir una lesión y siempre es perjudicial. En lugar de hacer eso, considera la causa de tu parón y cómo de cerca estás del día de tu carrera objetivo. Esas respuestas te ayudarán a determinar la mejor estrategia para ayudarte a volver a tu rutina.

LA VIDA INTERRUMPIÓ EL ENTRENAMIENTO Y VUELVES A CORRER…
  • 6 SEMANAS ANTES DE LA CARRERA
El objetivo es restaurar las ganas y la resistencia sin forzar demasiado. Para las primeras dos semanas, reduce 1 o 2 kilómetros cada salida y ralentiza tu ritmo de 15 a 30 segundos por kilómetro. Haz el largo como lo tenías planeado, y si la distancia parece desalentadora, divídelo en dos salidas espaciadas al menos por cuatro horas. Después de esto, vuelve al punto del entrenamiento donde te habías quedado.
  • 4 SEMANAS ANTES
Tu objetivo principal es conseguir realizar ese último largo que te queda. Para la primera semana sigue la misma pauta indicada en el párrafo anterior en cuanto a kilometraje y ritmo. Realiza tu último largo 3 semanas antes de la carrera, pero de 10 a 20 segundos por kilómetro más lento de lo normal; a continuación, inicia el periodo de reducción de kilómetros previo a la competición. El ritmo más lento ayuda a compensar la condición física que puedas haber perdido durante el parón.
  • 2 SEMANAS ANTES
Llegado a este punto, lo más probable es que te hayas perdido el último largo. Abandona o corre el riesgo de llegar al gran día sin estar totalmente recuperado. Vuelve al punto del plan de entrenamiento donde lo dejaste y sigue con tu disminución progresiva de kilómetros como lo tenías programado. Si aún así quieres meter como sea ese último esfuerzo, divídelo en dos: 15 kilómetros por la mañana y 15 por la tarde, con un auto-masaje, un baño de hielo, alimentación para recuperar y descanso de por medio. Completa estos dos entrenamientos de 15 a 30 segundos por kilómetro más lento de lo normal.
UNA ENFERMEDAD INTERRUMPIÓ ELENTRENO Y VUELVES A CORRER…
  • 6 SEMANAS ANTES DE LA CARRERA
Procede con cautela. Los entrenamientos largos y los intensos afectan al sistema inmunológico y pueden provocar una recaída. Para tu primera semana de vuelta, corre/camina la mitad de la distancia de tus entrenamientos habituales entre semana (corre de 3 a 5 minutos / camina 1 minuto) y reduce el largo dos o tres kilómetros. En la segunda semana, aumenta tus salidas los días de diario un 75% respecto a lo que habías previsto. Añade algunos metros después de alguna de tus salidas y haz el largo como lo tenías fijado en el plan. Durante esas dos primeras semanas sáltate el trabajo de velocidad y luego vuelve a entrenar con normalidad.
“Es mejor que vaya bien una tirada larga de 25km que hacer una de 34km que pueda reventarte”
  • 4 SEMANAS ANTES
En la primera semana, corre/camina en tus entrenamientos como se describe en el párrafo anterior. Completa un largo de no más de 25 kilómetros tres semanas antes de la carrera. En las tres semanas finales realiza la disminución de kilómetros que tenías prevista, pero sé realista. Si has perdido entrenamientos cruciales, tarde o temprano tendrás que hacer frente al hecho de que es probable que no puedas realizar la marca que querías.
  • 2 SEMANAS ANTES
Los maratones (y las medias) son estresantes y con sólo dos semanas para la carrera el riesgo de recaída es muy alto. Dicho esto, puedes correr, pero el objetivo ahora es simplemente terminar. Durante las dos semanas previas a la carrera corre suave y reduce tu último largo al 70%de la distancia que tenías prevista.
UNA LESIÓN INTERRUMPIÓ EL ENTRENO Y VUELVES A CORRER…
  • 6 SEMANAS ANTES DE LA CARRERA
El tipo y la gravedad de tu lesión deben dictaren última instancia tu vuelta a los entrenamientos. Pero si no puedes saltar, no puedes correr. Deberías ser capaz de saltar en todos los planos y mantener el equilibrio con cada pierna descalzo, con zapatillas y en superficies inestables. Tus dos primeras salidas deberían ser cortas y fáciles, no más de 5-7 kilómetros. Si todo está en orden, sigue con tu plan.
  • 4 SEMANAS ANTES
La primera semana realiza sólo dos entrenamientos y procura que sean muy fáciles y suaves (entre 5-8 kilómetros) y un largo con la misma longitud que los largos que hacías antes de que la lesión se cruzase en tu camino. Es mejor que vaya bien una tirada larga de 25 kilómetros que hacer una de 34 kilómetros que pueda reventarte. A continuación, inicia la reducción en tu kilometraje antes de la carrera como lo habrías hecho aunque no hubieses tenido el percance.
  • 2 SEMANAS ANTES
Colocarte en la salida tan pronto después de una lesión es peligroso, negarlo ni es realista ni hará que las cosas salgan bien. A dos semanas de la carrera sólo tienes tiempo para algunas salidas sencillas y un rodaje largo de longitud moderada, entre 16-25km (para los corredores de maratón; para los corredor es de medias, con 10-12km es más que suficiente). Pero ten mucho cuidado y sé precavido al máximo. El objetivo es saber como reacciona tu cuerpo después de estar tanto tiempo en el dique seco. Si no te encuentras al 100%, no tomes la salida.


TOMA 2
  • Si tu carrera objetivo no fue demasiado bien, prepárate una carrera con un plan B utilizando alguna de estas estrategias.
PRÓXIMA CARRERA
En 2 semanas--> Recupérate con paseos suaves y estiramientos durante los tres días siguientes a la primera carrera. A continuación, haz salidas muy suaves y de no demasiados kilómetros. Tómate al menos 4 días de descanso intercalado hasta la siguiente cita. El día D escucha a tu cuerpo; sabrás si ha llegado el momento de triunfar.
PRÓXIMA CARRERA
En 3 semanas--> Camina, estira y haz salidas cortas durante una semana. Cuando queden dos semanas para el día de la carrera, trata de mantener el ritmo de competición durante 8 o 10 kilómetros. Durante las últimas dos semanas sigue adelante con la típica estrategia de disminución de kilómetros antes de una cita importante.
PRÓXIMA CARRERA
En 4 semanas o más--> Recupérate durante una semana y luego incrementa el kilometraje y la intensidad durante la semana siguiente. Si te encuentras bien, haz una salida de entre 12-15 kilómetros y cuando queden dos semanas para la carrera empieza con el proceso de reducción de kilómetros e intensidad de los mismos.


fuente: www.runners.es

LOS 10 MEJORES CONSEJOS DE ENTRENAMIENTO PARA PRINCIPIANTES

Todo lo que necesitas saber para comenzar a correr.




Si vas a empezar a correr lo mejor es que lo hagas de modo inteligente. Muchos principiantes no se dan cuenta de lo importante de una buena zapatilla de running antes de empezar a entrenar. Peor aún, comprar el modelo que está en oferta sin saber si se adecúa a tu tipo de pisada. Lo ideal sería acercarse a una tienda especialista y hacerte un análisis de pisada antes de nada. Allí te medirán el pie, verán cómo caminas, cómo corres (puede que incluso en una cinta de correr) y podrás probar un poco las zapatillas antes de comprarlas. Si no tienes ninguna cerca también puedes intentarlo en un podólogo, un fisioterapeuta o cualquier otro profesional del terreno. Los amigos pueden ser de gran ayuda. Lo más importante es que tengas el modelo adecuado para tus características de pisada. ¿Ok? Pues sigamos con un decálogo de consejos recopilados de varios corredores a los que entreno. ¡Espero que te ayuden!

1 HAZTE UN ANÁLISIS DE PISADA Pide una cita en una tienda especialista y adquiere el modelo más adecuado para tus características. No te decidas según el color o el diseño, ya que no serán lo más importante cuando estés compitiendo.

2 SAL A COMPETIR Apuntarte a una carrera te permitirá tener una distancia objetiva sobre la que definir tu entrenamiento. Al fijar una fecha tienes un plazo máximo, lo que te permite tener mayor motivación y compromiso.

3 EL PLAN ADECUADO PARA TU NIVEL Empieza por el principio y elige un plan compatible con tu estado de forma actual. No te sobreestimes y programa una rutina con la fecha de carrera en mente, la distancia de entrenamiento y tu nivel de forma física actual.

4 BAJA EL RITMO Corre despacio (o, si lo necesitas, camina) antes de correr. Durante los tres primeros meses deberías poder hablar mientras corres mientras estableces tus cimientos. Si lo necesitas, para a caminar. Concéntrate en correr cada vez más tiempo o distancia de manera gradual y no en mejorar tu ritmo

5 MEJOR CON AMIGOS Los compañeros de entrenamiento te ayudarán para mantener el estilo de vida saludable y te ayudarán a salir a correr los días que no te apetezca. Socializar el running lo hace más divertido y más seguro.

6 MÍNIMO 3 DÍAS POR SEMANA Los planes de entrenamiento de tres o cuatro días por semana te permiten recuperar entre rodajes con el estímulo suficiente para que tu salud y bienestar sigan beneficiados. No te saltes entrenamientos y trata de cumplir con todo el plan de entrenamiento. Si se te pasa un día no trates de recuperarlo, simplemente sigue con el plan según esté planteado. No olvides que los días de descanso son parte de proceso de entrenamiento. Necesitamos bajar un poco el nivel de actividad para adaptarnos al entrenamiento. Así es como se gana fuerza, forma y velocidad. Como mínimo deberías descansar un día completamente.

7 EL CRUZADO MÁGICO Mejora tus prestaciones como corredor haciendo entrenamiento cruzado dos días pr semana. Busca actividades que mejoren tu fuerza muscular y flexibilidad como pesas, yoga, pilates, ejercicios de fortalecimiento del tronco o calisténicos. Ya tienes otros días para los aeróbicos.

8 COME BIEN Modifica tu dieta para que esté en consonancia con tu estilo de vida saludable. Si comes sano tendrás la energía necesaria para correr, recuperar, sentirte mejor y rendir más.
9 HIDRÁTATE Bebe más agua. Para ello, bebe aunque no tengas sed.
10 LA REGLA DEL 10 o 20 POR CIENTO SEMANAL Aumenta el kilometraje o el tiempo de carrera de modo gradual. Lo mejor sería que nunca hicieras más de un 10 o 20 por ciento respecto a la semana anterior para evitar lesiones y dejar que los músculos se acostumbren a la carga de entrenamiento.

Susan Paul ha entrenado a más de 2.000 corredores y es fisióloga del ejercicio y directora de la Fundación Orlando Track Shack. Si quieres saber más, entra en www.trackshack.com

fuente: www.runners.es

CÓMO DETECTAR EL SOBREENTRENAMENTO

Si estás en medio de un plan necesitarás saber si tu organismo se recupera del modo adecuado.


Si estás en medio de un plan de entrenamiento probablemente hayas aumentado el volumen de tu kilometraje semanal y, de manera consecuente, tu fatiga. Y puede que tengas miedo a sobreentrenar y "quemarte". Los entrenadores buscan siempre la evolución y recuperación progresiva por parte de sus pupilos. Aunque el ritmo, frecuencia cardiaca y kilometraje son datos objetivos a la hora de cuantificar cómo se desarrolló una sesión, sería bueno que comenzaras a añadir, en un recuadro al final, cómo te sentiste al acabar el ejercicio. Un código de colores (amarillo, naranja y rojo) es más que suficiente para identificar las señales de tu cuerpo:

Amarillo - Te encontrabas genial y podrías haberte exprimido un poco más.
Naranja - Te encontrabas bien, pero tampoco para echar cohetes. No es que estuvieras fatal, pero tampoco fuerte como para acabar más rápido. Ni fu ni fa.
Rojo - Te encontrabas en la delgada línea roja: te costó terminar el entrenamiento, cada paso era más difícil de dar que el anterior.
Sencillo, ¿verdad?. Sí, pero funciona. Se trata de evaluar la tendencia de tu entrenamiento y tu recuperación, algo que sólo puedes hacer observando tu diario de entrenamientos. Si marcas la sensación en colores podrás ver, de un plumazo, si tu organismo se está adaptando de manera consecuente a la carga de entrenamientos. ¿Muchos amarillos? Estás en la buena senda. Si hay mayoría de naranjas y rojos, algo va mal con tu recuperación, momento en el que tendrás que plantearte todas las variables que la afectan:
- Carga de entrenamientos: demasiados kilómetros demasiado pronto, demasiada progresión, demasiada frecuencia.
- Calidad y cantidad de sueño.
- Hidratación y avituallamiento.
- Estrés en tu día a día.
- Viajes.
- Ciclos menstruales, si eres mujer.
- Cambios de lugar de entrenamiento (altitud, cuestas, humedad).
- Falta de descanso y recuperación (ruedas fuerte hasta los días suaves).
Si quieres hacerlo lo mejor posible, apunta cómo te encuentras justo después de hacer el ejercicio. Trata de incluir toda la información sobre el entrenamiento (eso incluye variables de clima y terreno). Si sólo marcas tiempo, ritmo y distancia, estás dejándote fuera lo más importante a la hora de evaluar cómo se adapta tu cuerpo a la carga durante el plan. Tan fácil como hacerse con unos subrayadores fluorescentes de color amarillo, naranja y rojo.


fuente: www.runners.es

¿CORREDOR ESTANCADO EN LOS TIEMPOS DE CARRERA?

¿Estancado en los tiempos de carrera?

Muchos corredores nos escriben mencionando su preocupación porque están estancados en los tiempos logrados en sus maratones y carreras de calle. “Me quedé pegado en los 50 minutos”, es una frase común en los mensajes recibidos. Debemos empezar por decir que aun cuando todos estamos condicionados genéticamente para lograr unos tiempos mínimos, muchos corredores se quedan muy por debajo de su potencial máximo por un entrenamiento inadecuado. Alcomenzar a correr no se nota porque cualquier pequeño esfuerzo permite bajar los tiempos considerablemente. El simple hecho de mantenernos corriendo ya es suficiente, pero esa mejoría pronto se hará cada vez más pequeña y difícil de lograr.
Tres recomendaciones para salir del estancamiento y mejorar nuestros tiempos en el maratón y las carreras de calle son las siguientes:

1.- Agrega variedad a tu entrenamiento. Si repetimos siempre la misma rutina, semana tras semana, nuestro cuerpo se habitúa a ese nivel y tipo de esfuerzo y no mejora después de cierto punto. Es importante mantener alerta a nuestro cuerpo agregando variedad a los entrenamientos. Por ejemplo, si tienes que hacer una rutina de velocidad, no te quedes con las series de 800 metros. Prueba con intervalos de mil metros, trabajos de cuestas o farlek, según la etapa y los objetivos de tu entrenamiento. La variedad se logra con planificación. 

2.- Recupera lo suficiente después de una competencia. Un entrenamiento sin descanso genera sobre entrenamiento e impide que mejoremos. Es importante respetar los períodos de recuperación e incorporar entrenamiento cruzado para darle al cuerpo el descanso necesario. Lo ideal es dividir el año en períodos o temporadas y elegir en cada una de ellas las competencias donde queremos participar, así como los períodos de entrenamiento de base y el entrenamiento específico. El descanso es parte del entrenamiento.

3.- Desarrolla tus capacidades físicas para correr mejor. Para mejorar, correr no es suficiente. Debes dedicar parte de tu tiempo de entrenamiento a desarrollar las capacidades físicas clave, tales como el balance, la flexibilidad y la fuerza. Si tienes sólo seis horas a la semana para entrenar, no dejes por fuera el trabajo del gimnasio y, mejor aún, aprovecha el tiempo haciendo ejercicios de balance y estiramientos mientras vez la TV.  

fuente: www.soymaratonista.com

FORTALECIMIENTO DEL TREN SUPERIOR PARA CORREDORES

Correr no es simplemente cuestión de piernas; también debes entrenar tu tren superior. Descubre por qué es tan importante para los corredores.


Las piernas son muy importantes cuando corres; al entrar en el último tramo de una maratón o una carrera de 10 km. notas el escozor y te das cuenta de lo importante que es tener unas piernas fuertes. ¿Y qué decir del tren superior?
Es mucho más importante de lo que imaginas. Aunque no necesitas tener un tren superior de gran volumen (sólo hay que ver la diferencia entre el cuerpo de un corredor y el de un culturista), sí debes trabajar para fortalecerlo.
Mantiene tu equilibrio durante tus carreras.
A mayor velocidad de carrera, menor tiempo de contacto con la superficie.
Te ayuda a mantener el equilibrio cuando tus pies no están en contacto con la superficie, de forma que puedas mantener tu eficiencia y forma física a medida que aumentas tu ritmo.
También contribuye a mejorar la eficiencia del empuje del pie, ya que la mayor parte de la fuerza del empuje viene dada por las caderas, no por los glúteos.
Al proporcionarte estabilidad, un tren superior fuerte facilita la extensión de la cadera y permite que los glúteos impulsen las piernas durante la carrera.
Te ayuda a mantener tu postura durante tus carreras.
Esto te ayuda a:
  • mantener la eficiencia; al inclinarse hacia adelante o arquear la espalda se inhiben los músculos del tronco y las caderas se extienden de manera menos eficiente, obligando a que tus piernas trabajen más duro durante la fase de impulso.
  • mejora la entrada de oxígeno en los pulmones;  al abrir el pecho y mantenerte en posición vertical, entra más oxígeno en los músculos, lo que te permite correr mayores distancias y prevenir la fatiga.
Insistimos en la importancia de fortalecer el tren superior, especialmente los trapecios laterales e inferiores (los músculos que van desde la parte superior de la espalda hasta la región central entre los omóplatos).
Un tren superior fuerte te permite mantener los omóplatos en buena posición y mejorar tu postura, dando una mayor estabilidad a la espina y la pelvis.

fuente: www.asics.es