viernes, 6 de junio de 2014

CONSEJOS PARA TU PRIMERA CARRERA

Cómo asegurar que nada vaya mal en la competición.


Hasta los corredores más experimentados se estresan (¿nos estresamos?) los días antes de una competición importante. Todo el esfuerzo y horas invertidas para conseguir nuestro objetivo deberían transformarse en una situación placentera y relajante en la salida, con el único propósito de darlo todo en el asfalto.
Para que nada se vaya de madre los días y horas previos al pistoletazo inicial, aquí van unas claves que te ayudarán también en un momento tan importante como el de la carrera: cuando acabe la competición.
UNA SEMANA ANTES
Adiós estrés. A diferencia de distancias mayores, las carreras de 5 y 10 kilómetros tienen una mayor participación y apoyo por parte de corredores y espectadores, razón suficiente para pasártelo en grande. Si los organizadores y los voluntarios van a poner todo de su parte para que lo pases bien, ¿de qué preocuparse? Un miedo común entre corredores novatos es el de quedar el último. En serio, hay muy pocas posibilidades de que eso te ocurra. Las pruebas de distancias cortas están abiertas a todo tipo de público y estados de forma, así que, salvo que decidas ir corriendo de principio a fin no tendrás que ir pegado al coche escoba.
Identifica el terreno. Si corres en tu ciudad puedes aprovechar y hacer uno de los entrenamientos previos a la competición en el circuito de la misma. Así sabrás cuándo apretar y cuándo relajarte. También podrás observar los puntos más peliagudos del trazado en los que es mejor estar seguro. Dedícale un rato a la zona de salida. Por ejemplo, haber visualizado dónde aparcarás te evitará problemas en el día D.
Come poco a poco. Es mucho mejor ir aumentando la cantidad de hidratos de carbono de manera continua que atiborrarse a pasta la noche anterior. Te lo decimos por experiencia propia.
DOS DÍAS ANTES
Sin novedad en el frente. Olvídate de estrenar zapatillas, probar nuevas comidas o intentar experimentos. La rutina te vendrá bien para la carrera y evitarás sustos.
Siéntate. Intenta estar de pie lo menos posible en los días previos a la competición. Relájate y, si puedes, deja los recados y las compras para la próxima semana.
Desayuna con cabeza. No te la juegues: come exactamente lo que te va bien (te da energías pero no te deja el estómago mal) en los días de entrenamiento. No ingieras ningún alimento sólido desde las dos horas previas de la carrera. Un buen ejemplo de desayuno: el típico batido de yogur con frutas, que tiene el equilibrio justo entre carbohidratos y proteínas sin pasarte de fibra (que puede alterar tu intestino).
Deja todo listo. Prepara la ropa que te vas a llevar, el reloj, el pulsómetro, las llaves... todo lo necesario antes de dormir. Trata de descansar unas ocho horas.
Engánchate el dorsal. Si te lo han dado antes mejor perder cinco minutos en casa en colocarlo bien con los imperdibles que dedicarle un tiempo precioso en la línea de salida a ponerse el imperdible. Por supuesto, nada de dejártelo en casa.
EL DÍA D
Bebe con ojo. Sí, tienes que regular bien tu hidratación, pero no deberías pasarte cuando quede una media hora para la salida. Si hace mucho calor o tienes la boca seca echa un trago. También puedes aprovechar el agua para enjuagarte y escupir. La clave está en mantenerse bien hidratado durante todo el día. Un buen cálculo consiste en dividir tu peso entre treinta para saber los litros aproximados que debes consumir. Si pesas 75 kilos, no bebas más de 2 litros y medio.
A quien madruga... Llega a la zona de salida al menos una hora antes de que empiece la carrera. Tienes que calentar, puede que recoger el dorsal y el chip, ir al baño... Mejor no ir con demasiadas prisas.
Identifíquese. Es una buena idea el escribir tu nombre, dirección, teléfono, e-mail y teléfono de emergencias en la parte trasera del dorsal. Hay pulseras identificativas que también realizan la función a la perfección, puedes pedirlas como regalo.
El basurero. Llévate una bolsa de basura de comunidad a la carrera. No te vamos a pedir que recojas las botellas del suelo: puede ser útil a la hora de sentarte en el césped húmedo o como un improvisado cortavientos o chubasquero.
¿Un pañuelo? No hay nada peor después de una larga espera en un baño que descubrir que, encima, no hay papel para limpiarse. Lo que se llama un marrón.
La ropa justa. Aunque tengas un poco de frío a la hora de la salida no te pongas nada más de lo necesario. Vístete como si hiciera 10 grados más de lo que marca el termómetro. Hay corredores que se llevan ropa vieja a la zona de salida para, minutos antes, tirarla y dejársela a la beneficiencia.
Con dos objetivos. Ponte dos metas: una, si la carrera te sale perfecta, y otra como back-up por si hace calor, viento o cualquier otro impedimento que te complique el día. Si a mitad de carrera ves que no vas a poder cumplir con tu objetivo inicial necesitarás otro secundario que te te motive a terminar con fuerzas. Mejor todavía un tercero que no tenga nada que ver con tu marca en meta (quizá pueda ser hacer el último kilómetro a tope, no perder mucho tiempo en las cuestas o entrenar bien los avituallamientos. ¡Todo sirve!
Mejor antes que después. Si se te ha desatado el cordón o empiezas a notar irritación, trata de arreglarlo antes de que sea demasiado tarde. Ponte en fila. Lo mejor es colocarte en tu cajón de salida con un poquito de tiempo. No esperes al último minuto porque lo que ganes en movilidad lo perderás en calma.
Empieza lento, mantén el ritmo. Vamos con las matemáticas: corre el primer 10 por ciento de la prueba algo más lento de lo que lo harías normalmente, para poder terminar más fuerte. Los segundos que pudieras ir ganando al principio por ir más rápido que el ritmo objetivo se acaban por perder al quemarte. Lo mismo se aplica al resto de la carrera: mantén un ritmo sostenido para poder atacar al final de carrera.
DESPUÉS DE LA META
Sigue moviéndote. ¿Cruzas la línea de llegada, levantas los brazos y te paras? Fatal. Tienes que continuar caminando al menos durante unos 10 minutos para eliminar la rigidez muscular y, gradualmente, bajar tu frecuencia cardiaca al estado de reposo. No te olvides de estirar después de la carrera piernas, espalda y caderas.
Recarga. Normalmente en la meta tendrás algo de avituallamiento sólido y líquido, pero puede que lo que ofrezca la organización no te venga muy bien. Lo mejor para recuperarte es algo que tenga carbohidratos (para reponer tus depósitos de energía) y proteína (para recargar los músculos). Tómalo en los 30 minutos posteriores a la carrera. Hay bebidas deportivas de recuperación, barritas energéticas o cualquier comida que no se deteriore.
Mantén el calor. Cámbiate y ponte ropa seca lo antes posible. Después de cruzar la línea de meta tu temperatura basal comenzará a descender y las prendas sudadas sólo te enfriarán más.
Sigue, sigue. Aunque te encuentres dolorido el día después de la carrera es bueno que hagas algo de actividad de bajo impacto como nadar, bicicleta o elíptica. Ese movimiento aumenta la circulación en los músculos dañados y te ayudará a volver a estar a tope mucho antes. Recuerda hacerlo suave.
Ya estás listo para tu primera carrera. Si quieres, puedes complementarlo con uno de nuestros planes de entrenamiento.
fuente: runners.es

TODO LO QUE DEBES SABER SOBRE CORRER EN AYUNAS

Ventajas, inconvenientes, indicaciones...



En los últimos años cada vez se oye hablar más sobre el entrenamiento en ayunas. En este artículo voy a intentar responder a algunas cuestiones fundamentales. ¿Qué es exactamente el entrenamiento en ayunas?¿Cuáles son los objetivos que perseguimos al introducirlo en nuestra rutina de entrenamientos? ¿Para qué corredores está indicado? ¿Hay evidencias científicas de sus beneficios? ¿Qué opinan los expertos?
El entrenamiento en ayunas es aquel que se realiza tras varias horas sin ingerir alimentos. Puede realizarse a primera hora de la mañana, después del ayuno nocturno y antes de ingerir ningún tipo de alimento, o puede hacerse a media tarde, dejando pasar de 5 a 8 horas después de haber hecho un desayuno normal.
Con el entrenamiento en ayunas lo que se pretende es que las reservas de glucógeno hepático (los hidratos de carbono almacenados en el hígado) estén bajo mínimos y de esta forma forzar al cuerpo a utilizar las grasas como combustible.
¿POR QUÉ SE PROPONE PARA MEJORAR EL RENDIMIENTO?
Para comenzar, hagamos un repaso rápido a las fuentes de energía que utiliza el músculo cuando corremos. En una carrera o entrenamiento el músculo utiliza básicamente dos fuentes como combustible: los hidratos de carbono y las grasas. Las reservas de hidratos de carbono (glucosa sanguínea, glucógeno muscular y hepático) son limitadas, y duran como mucho 2 o 3 horas. Sin embargo, por muy delgado que sea un corredor, hay reservas de grasa prácticamente ilimitadas almacenadas en el tejido adiposo. Nuestros músculos utilizan estas dos fuentes de energía simultáneamente. Los hidratos de carbono se usan principalmente al inicio de la carrera o entrenamiento y cuando la intensidad del ejercicio es alta. Las grasas empiezan a utilizarse a los 20-30 minutos después de iniciada la actividad y a intensidades de carrera moderadas-bajas.
Cuando se consumen hidratos de carbono antes de realizar ejercicio se inactivan en el músculo los mecanismos de utilización de las grasas como fuente de energía y se favorece el uso de carbohidratos, mientras que si se inicia el entrenamiento con pocos hidratos de carbono disponibles, se facilitan los mecanismos catabólicos y el cuerpo empieza a utilizar las grasas con mayor rapidez. Algunos investigadores han observado que dietas altas en grasas y bajas en carbohidratos consiguen estimular la capacidad del músculo de utilizar las grasas como combustible, pero esta “adaptación a las grasas” no se traduce en un incremento en el rendimiento deportivo ya que el músculo disminuye su capacidad de utilizar el glucógeno muscular y por tanto disminuye su capacidad de trabajar a intensidades altas y adelanta la aparición de la fatiga (Bruke y col., 2000, Journal of Applied Physiology). La estrategia de entrenar en ayunas mientras se sigue una dieta alta en carbohidratos parece conseguir un aumento de la capacidad de músculo en utilizar las grasas como combustible, mientras que conserva su capacidad de almacenar y tirar del glucógeno muscular.
¿CÓMO CAMBIAN LOS MÚSCULOS?
Cuando se introduce el entrenamiento en ayunas en la rutina habitual, se producen en el músculo una serie de modificaciones fisiológicas que mejoran el metabolismo de las grasas. En 2011 Proeven y sus colaboradores publicaron en el Journal of Applied Physiology los resultados de su estudio de intervención (el mejor y más completo realizado hasta ahora en entrenamiento en ayunas) en el que compararon lo que ocurría en dos grupos de individuos sometidos a entrenamiento de resistencia suave (realizado a un 70% del VO2max) durante 6 semanas: un grupo realizaba entrenamientos en ayunas y el otro grupo entrenaba tras haber ingerido un desayuno rico en hidratos de carbono. Al cabo de las 6 semanas se observaron importantes diferencias a nivel muscular entre un grupo y otro: los que entrenaban en ayunas habían sufrido una serie de modificaciones fisio-metabólicas que mejoraban mucho el metabolismo de las grasas (aumento de la densidad de capilares sanguíneos en el músculo, aumento de las enzimas encargadas del metabolismo de las grasas y el aumento de la degradación de las grasas tanto en las fibras musculares de tipo I (lentas) como en las de tipo II (rápidas)).
Como consecuencia de todos estos cambios, los individuos del grupo de ayunas utilizaron un 21% más de grasa como combustible que los que entrenaban después de haber comido. Además, el entrenamiento en ayunas produjo mejoras en el metabolismo de los hidratos de carbono: los niveles de glucosa en sangre se mantenían más estables durante el entrenamiento y el glucógeno muscular basal aumentó.
¿SIRVE PARA PERDER PESO O AFINAR?
El planteamiento de que el entrenamiento en ayunas fuerza al cuerpo a utilizar la grasa como combustible, en lugar de los hidratos de carbono, ha llevado a muchos a pensar que es una estrategia útil para controlar el peso y bajar el porcentaje de grasa de los corredores. Pero, ¿qué dicen los estudios científicos? ¿Realmente el entrenamiento en ayunas sirve para este fin? Según los trabajos publicados hasta ahora, no se pueden sacar todavía conclusiones definitivas. Proeyen KV y colaboradores (los mismos del estudio anterior) publicaron un año antes los resultados de un trabajo de campo en el Journal of Physiology, en el que dieron a un grupo de hombres sanos una dieta hipercalórica rica en grasas. Hicieron tres grupos: uno control que no entrenaba, uno que entrenaban en ayunas 4 días a la semana, y otro grupo que entrenaba después de un desayuno rico en carbohidratos. Los únicos que no ganaron peso después de 6 semanas de dieta hipercalórica rica en grasa fueron los individuos que entrenaron en ayunas. Los otros dos grupos ganaron peso, más los que no entrenaron. Pero hay que tener en cuenta que se trata de un estudio en el que los individuos hacen dieta hipercalórica rica en grasas.
Según otro estudio realizado por Trabelski y colaboradores publicado en 2012 en el International Journal of Sports Nutrition and Exercise Metabolism, después del periodo de Ramadán todos los participantes en el estudio perdieron peso, pero sólo los que realizaban el entrenamiento en ayunas disminuyeron su porcentaje de grasa corporal. Por último, Proeyen KV y colaboradores en el estudio de 2011 que he mencionado anteriormente (entrenamiento en ayunas durante 6 semanas y dieta rica en carbohidratos) no observaron diferencias en la composición corporal ni en el peso entre los que entrenaron en ayunas y los que entrenaron después de desayunar.
Como vemos, los resultados de unos estudios y otros no son concluyentes. Bajo mi punto de vista si el objetivo es bajar de peso o disminuir el porcentaje de grasa corporal, una dieta adecuada ayudará más en ese sentido, no siendo imprescindible que metamos el entrenamiento en ayunas en nuestra rutina.





























LAS CLAVES DEL ENTRENAMIENTOEN AYUNAS
  • Optimiza la utilización de las grasas como combustible.
  • Muy útil en deportistas de resistencia de larga duración (pruebas de ultrafondo).
  • No está demostrado que ayude a bajar de peso o a afinar la línea.
  • NO APTO PARA PRINCIPIANTES O CORREDORES POCO ENTRENADOS.
  • Es muy importante beber y comer bien después de entrenar en ayunas para recuperar.
  • Introducir muy progresivamente en el plan de entrenamiento, empezando con rodajes cortos y aumentando la duración poco a poco.
  • Realizar solo en entrenamientos de baja intensidad.
  • Llevar siempre a mano un gel o bebida isotónica por si sobreviene una pájara.
LO QUE OPINAN LOS EXPERTOS
Hecho este repaso rápido a lo que dicen los estudios científicos y para profundizar un poquito más en este tema tan interesante, he preguntado a importantes entrenadores sobre su experiencia y opinión en el entrenamiento en ayunas.
  • ¿Utilizas el entrenamiento en ayunas en la planificación de tus deportistas? ¿En qué tipo de deportistas? ¿Qué tipo de entrenamientos?
  • ¿Crees que es una estrategia útil, imprescindible?
  • ¿Quién crees que más se puede beneficiar de este tipo de entrenamientos? ¿Quién no lo debería realizar nunca?
  • ¿Ves algún riesgo? ¿Limitaciones?
GEMA QUIROGA (Entrenadora de carreras de montaña y ultrafondo)
  • 1 Utilizo el entrenamiento en ayunas con deportista experimentados y cuyo objetivo sean distancias de ultrafondo: ultratrail, Ironman y expediciones. Con los deportistas que se están iniciando prefiero utilizar otra serie de recursos de entrenamiento respetando el principio de progresión y adecuación de la carga al nivel del deportista. Muchas veces nos precipitamos en aplicar a deportistas nóveles métodos que requieren experiencia. De este modo, estamos disminuyendo la potencialidad de estos métodos sobre el aumento del rendimiento en el deportista en un futuro (los entrenadores tenemos una frase para estas situaciones “quemar cartuchos antes de tiempo”).
  • 2 En el caso de los deportistas de ultrafondo es un entrenamiento que les ayuda a familiarizarse con las condiciones físico-psicológicas que van a encontrar en la competición. Es útil si se utiliza con sentido común y puede ser muy perjudicial en caso de desconocimiento de sus efectos. Si estamos planteándonos utilizarlo, nunca viene mal preguntarnos a nosotros mismos: ¿Cómo podría beneficiar al deporte practicado y al rendimiento del deportista? ¿Qué conocimiento tengo del método para incluirlo en la planificación? ¿Cuándo lo aplico (momento de la temporada)? ¿Cuáles pueden ser los efectos secundarios?
  • 3 Se pueden beneficiar deportistas experimentados en pruebas de ultrafondo (corredores, ciclistas, alpinistas,...), deportistas cuya competición se parece a un entrenamiento en ayunas (judo, karate, tenistas (por su duración), etc..
  • 4 No le encuentro la utilidad en deportes explosivos (corta duración y máxima velocidad de ejecución).
OCTAVIO PÉREZ (Entrenador versátil; lleva a corredores de montaña, entre ellos a Iván Ortiz, ciclistas, triatletas…)
  • 1 Lo utilizo en deportistas con una buena base “aeróbica” que pretenden mejorar su rendimiento. Este método de entrenamiento es rentable para los deportistas de resistencia donde las grasas se utilizan como fuente energética principal. Dependiendo del nivel del atleta y el objetivo generalmente lo utilizo en rodajes entre 30´ a 2h a un 70%-75% de VO2max en mesociclos graduales ya que en etapas específicas y competitivas nos interesa que el ejercicio sea los más similar a la competición y entrenar con un rendimiento óptimo.
  • 2 Por supuesto. Los triatletas de larga distancia, ciclistas y ultra fondistas entre otros, pueden encontrar sensaciones fisiológicas, físicas y mentales similares a la competición pero sin tener que realizar entrenamientos de tanta duración. Con el entrenamiento en ayunas entrenamos y optimizamos el metabolismo de las grasas pero con un trabajo tendinoso-muscular menos agresivo.
  • 3 Como ya he comentado antes me parece muy útil en deportistas de larga distancia. Y estaría desaconsejado en deportistas que se inician sin una base previa.
  • 4 Si no estamos adaptados y no llevamos una correcta progresión podría llegar a ser contraproducente para nuestro rendimiento. Al igual que si nos pasamos de intensidad o volumen podemos encontrarnos con la temida pájara.
JUAN CARLOS GRANADO (Entrenador de atletas como Mayte Martínez, Rafa Iglesias y Pedro Nimo)
  • 1 La verdad es que no lo he empleado nunca porque me parece que necesita un estudio previo para saber si los resultados tienen una explicación. Normalmente se usa el método empírico y hay gente que lo usa por inercia o por lecturas en la red o por comentarios de otros corredores. Al final se apuntan al entrenamiento en ayunas y consideran si es exitoso si tienen fe y se encuentran cómodos más que por los resultados finales. Seguramente tenga resultados positivos para corredores de resistencia de larga duración en entrenamientos de más de 100 minutos para usar más eficientemente el metabolismo de las grasas, pero ante estos estudios suele haber otros ahora o dentro de unos años ensalzando los peligro o aspectos negativos de entrenar en ayunas.
  • 2 Creo que lo ideal es empezar a hacer entrenamientos cortos y de intensidad suave (por debajo del 75% VO2máx) para ir adaptándose poco a poco a tu respuesta a esta nueva situación, al final todo es adaptación. Si las primeras sensaciones son positivas se pueden empezar a aumentar volúmenes e intensidad como en cualquier otra sesión. Lo ideal es empezar igualmente a no hacer ayunos muy largos previos al entrenamiento y alargar este tiempo de espera progresivamente. Si estoy preparando esta nueva estrategia para una competición importante, haría un test específico para simular lo más posible esta situación y observar todos los factores que pueden alterar el resultado y así conocer en la medida de lo posible las causas del éxito o del fracaso y así poder evaluar y corregir para futuras ocasiones. Puede ser una estrategia muy útil, nunca imprescindible. Nunca y siempre no suelen ser palabras de mi vocabulario y menos en temas de entrenamiento.
  • 3 Este tipo de estrategia parece más apropiada para deportes de resistencia de larga duración por la situación concreta que se produce en la propia competición de momentos de ayunas o falta de glucógeno en los momentos finales de una competición. Tampoco se ha estudiado, que yo sepa, este tipo de estrategias en deportes de resistencia de corta o media duración ni en deportes explosivos. A simple vista me parece una estrategia poco apropiada para este tipo de especialidades, pero algún estudio serio nos puede convencer de lo contrario.
  • 4 El riesgo del entrenamiento en ayunas no es extremo si lo aplicas con conocimiento. Favoreces un estado corporal de depleción de hidratos de carbono con lo que entran en juego otros sustratos muy interesantes a nivel de rendimiento muscular y percepción mental. Las situaciones negativas que pueden darse son: mareos, sensaciones de pérdida de conciencia, depleción de hidratos próximos para una competición y no dar tiempo a rellenar los depósitos. Sí veo algún riesgo, sobre todo si las sensaciones del atleta no son muy expresivas y puede llevarte a una situación de riesgo. No olvidemos que el metabolismo de las grasas suelen producir productos tóxicos después de su combustión y hace que tengamos problemas de oxigenación principalmente en el cerebro. Yo mismamente cuando he probado a correr en ayunas suelo tener problemas de mareos o desequilibrios en ciertos momentos que, en situaciones conocidas no supone un problema, pero esto llevado a lugares donde las precauciones deben ser altas cuando te desplazas por ellos (lugares solitarios, montaña…) puede llevarte a una situación de cierto riesgo, sin alarmar pero sin quitar importancia a la situación.
fuente: runners.es

CONSEJOS PARA DISFRUTAR CORRIENDO

3 consejos, felices kilómetros.



1 MEZCLA ¡Compite para divertirte! Fomenta hacer un grupo para ir a correr carreras de relevos o alguna Eternal. O elige una carrera que no hayas hecho nunca, como una milla, un duathlon, donde automáticamente realices tu marca personal.
2 QUÍTATELO Los entrenamientos no siempre tienen que consistir en intervalos de tiempo exactos. La forma de romper y hacer fartleks: cortos, duros esfuerzos y distancias al azar (¡corre rápido hacia ese árbol!) con períodos de descanso corriendo cómodo entre cada cambio.
3 PENSAMIENTO POSITIVO Mientras corres, céntrate en todos los aspectos positivos de tu propia experiencia- el aire fresco, la compañía de tus amigos y todo lo bueno que está experimentando tu cuerpo.
Cambia una cosa: PONTE GAFAS DE SOL
  • Cerrar los ojos provoca tensión en tu cara. Usar gafas de sol relaja los músculos de la cara (y el resto del cuerpo), así podrás correr más eficientemente. ¿Necesitas nuevos matices? Pincha aquí para ver algunas de las mejores gafas del mercado.
EL PULSO ¿Cómo te diviertes corriendo?
  • Probando una nueva ruta 33 %
  • Bajando el ritmo desde salida 4 %
  • Escuchando música 32 %
  • Hacer kilómetros con amigos 31 %
LOS NUMEROS CORREN
  • 66 El porcentaje de parejas de corredores que piensan que patear juntos los caminos y carretas les lleva a tener más sexo en sus relaciones, según una encuesta de Brooks Running. No sólo eso, si no que el 49% por ciento de esas parejas dicen que correr más de 7km juntos hace tener mejor sexo en su relación.
CAMBIA DE VELOCIDAD
  • No dejes que el calor sofocante sea un aguafiestas. Concéntrate en el nivel de esfuerzo en lugar del ritmo, y corre sin un reloj en días tórridos para que no te desanimen los ritmos más lentos. Para los entrenamientos clave corre en interiores climatizados para que puedas ir más fuerte.
"Nosotros no corremos porque pensemos que nos está haciendo bien, si no porque nos gusta. Cuanto más restringida se vuelve nuestra sociedad y el trabajo, tanto más necesario será encontrar alguna salida a este anhelo de libertad."
— SIR ROGER BANNISTER, Primer corredor en bajar de cuatro minutos en la milla.

fuente: runners.es

MUCHA CALMA...

Un maratón se acaba con la cabeza más que con las piernas.


Se termina y, a no ser que seas de esos a los que me refería en mi texto de agosto, de los que te lo has pasado entrenando para un maratón de otoño, volverás de las vacaciones (que ojalá tengas, eso quiere decir que tienes trabajo) con las pilas cargadas tras haber hecho deportes alternativos a correr; o incluso directamente nada de deporte y vuelvas a casa con sobrepeso y bajo de forma. Si pasa esto último no debes dejar pasar ni un día; y estate preparado para tardar al menos un mes para tener las sensaciones corriendo que tenías antes del período de ocio.
Si todavía no has hecho un maratón (¿un o una? Eterno debate) puede ser el momento de planteártelo. Pero ojo, con calma, mucha calma. El primer maratón ha de ser con el único objetivo de acabarlo. Vale que calcules un tiempo aproximado, pero por favor, sin pecar de optimista. Que 2 y 2 no son 4 y si en un 1/2 maratón ya has hecho una marca más que aceptable como puede ser 1:45 no creas que en el doble vas a hacer 3:30. Piensa en 3:45 si te sale todo bien, pero mejor sal a hacer 4 horas y si lo mejoras te vas para casa doblemente contento.
Lo que digo en el subtítulo lo corroborarán todos los que han acabado los 42,195km. Sobre todo en el estreno. Vas a lo desconocido, llega un momento en el que el depósito parece sin reserva y es tu coco el que te impulsa a seguir adelante. Porque abandonar en el debut puede ser muy frustrantelos primeros días pero hace de efecto boomerang para una mejor preparación de cara al siguiente.
Yo fracasé en mi estreno, pero a diferencia de lo que acabo de escribir, no supuso mucha frustración. Se trataba del primer MAPOMA, allá por 1978 y tenía 13 años, estaba en 8º EGB (2º de la actual ESO). Fue un maratón con casi 10.000 participantes pero con un mínimo porcentaje de expertos ya que hasta entonces sólo afrontaban los 42km los verdaderos atletas. La mayoría de los que nos inscribimos ni siquiera corríamos habitualmente. En mi caso lo hicimos varios de mi colegio animados por el profesor de gimnasia, a quien puede que actualmente metiesen en la cárcel por eso. Si yo tenía 13, mi hermano Fernando 10, sí, sí, 10 añitos, estaba en 5º de EGB. Recuerdo la euforia de la salida con tanta gente ilusionada en El Retiro. Lo siguiente que se me viene a la mente es una hilera de gente andando por la M-30 bajo la lluvia; yo iba con otro chaval y compramos cromos de fútbol en un kiosko y los íbamos abriendo para entretenernos, hasta que optamos por subirnos a un autobús municipal –eran gratis ese día para nosotros– cerca de Puente de Vallecas que nos llevaría hacia casa. De mi hermano en carrera no recuerdo nada; no sé en qué kilómetro tiró la toalla y algún buen ciudadano le trajo a casa; menos mal que el niño recordaba la dirección. Como cambian los tiempos, ahora la edad mínima para inscribirse en un maratón es 18.
Uno de mi clase sí acabó, aunque no recuerdo el tiempo. Era el típico superdotado para cualquier deporte que ya competía en atletismo con el célebre club Canguro. Hace poco en una quedada de antiguos alumnos (de esas que tantos habréis hecho últimamente contactando gracias a las redes sociales) resulta que Juanra estaba gordo y castigado por el tabaco y el alcohol; su única actividad física es pasear al perro. Eso sí, tan fanático del deporte como hace 25 años, pero ahora a través de la tele e internet.
Mi siguiente maratón todavía fue en edad prohibida actual. Con 17, en el 82, y de nuevo como reto con el profesor (otro, yo ya estaba en COU). Mi entrenamiento fue anárquico, en solitario, saliendo de casa a ritmo uniforme por las noches. Viviendo en Chamberí podía llegar hasta el Parque del Oeste o la Ciudad Universitaria. O mi sesión de fondo tipo circuito Bravo Murillo, Francisco Silvela, Avenida del Mediterráneo y La Castellana. Ya con zapatillas y ropa adecuadas, que de eso ya había a diferencia con respecto a 1978. Acabé en un sorprendente 3:08; recuerdo ir con gente con pinta de atleta mucho mayor que yo.
Luego he hecho más maratones, incluyendo los que se hacen al final del Ironman. En todos he acabado fundido, haciendo peor tiempo en la segunda mitad, con esa sensación de dar zancadas pero sin avanzar que llega cuando el castigo muscular impide que los pasos sean amplios. E insatisfecho con la marca ya que siempre me puse el listón muy alto. Por eso os insisto que en el primero vayáis con calma, disfrutando del paso de los kilómetros y mentalizados para el esfuerzo mental que os tocará hacer a partir del 30. Pero va a merecer la pena a cambio de la emoción de la recta final cuando ya ves la meta y la satisfacción del reto cumplido tras cruzarla.
Antonio Alix, multideportista gruñón que en sus ratos libres habla y escribe sobre deportes.

fuente: runners.es

21 CONSEJOS PARA TRIUNFAR EN UN MEDIO MARATÓN

Disfruta y pelea en carrera.


Las medias maratones son —o deberían ser— divertidas. La distancia es lo suficientemente larga para que la planifiques, te concentres y te determines, pero no tanto para que acabes perdiendo uñas del pie o sacrifiques el tiempo familiar. Dos factores que justifican el crecimiento de la distancia en el país, con dos exponentes claros: la media de Madrid (15.942 llegados este año) y la Behobia - San Sebastián que, vale, mide 20 kilómetros y, anque no puede considerar- se como una media maratón “pura”, no es óbice para que las inscripciones vuelen días después de abrirse. Son sólo dos ejemplos de todos los que podrás ver en nuestro listado de carreras en la web. ¡Te toca!
ANTES DE EMPEZAR
  • Haz pis cuando te sea posible. No desaproveches un urinario vacío. Puede que después haya muchos esperando.
Y APARCA
  • ¿Mejor dejar el coche cerca de la salida (menos estresante) o de la meta (menos cansado)? Depende de a qué parte de tu cuerpo quieras prestarle más atención, si al cerebro (ahora) o a los cuádriceps (después).
LÍNEA DE SALIDA
  • No te enfríes: calienta con algo de ropa encima que luego no vayas a necesitar. No te preocupes porque muchas carreras donan esas prendas que tiras a organizaciones benéficas. Ah, y colócate pronto en la salida: si esperas hasta el último minuto tendrás que apresurarte para llegar a tu cajón.
BONUS: ADELANTA 1 KM
  • A la hora de elegir la vestimenta es mejor escoger prendas que animen a la afición a animarte (y así, valga la redundancia, tú estarás más animado). Tu nombre escrito o algún elemento especial son suficientes, tampoco hace falta disfrazarse.
KILÓMETRO CERO
  • No te calientes mucho por la música en la salida. Aunque esté sonando un temazo del “Boss”, mejor no dejarse llevar y aguantar atrás. Si no lo haces, puede que acabes mal.
BONUS: AGRADECE
  • Deberías agradecer a todos los voluntarios que trabajan desinteresadamente en los avituallamientos, los puestos de agua durante horas sólo porque les encanta el running. ¿No es increíble?
KILÓMETRO TRES
  • A veces seguir un marcador de ritmo puede ser una tarea ingrata: ¿por qué van más rápido de lo que deberían? Quizá porque conocen el recorrido y saben que después vienen cuestas. Lo mejor es hablar con ellos antes de salir para conocer la estrategia de carrera: de este modo te evitarás sustos.
KILÓMETRO CINCO
  • Léete la guía del corredor porque, claro, sabes que hay avituallamientos a lo largo del circuito, pero no tienes por qué saber exactamente dónde. Si no, el síntoma inequívoco de que se acerca el momento de beber es un grupo más lento (y echándose a un lado).
KILÓMETRO SIETE
  • Todo bajo control. Budd Coates, autor del libro Running on Air, recomienda correr entre 5 y 10 segundos por kilómetro más lento que el ritmo objetivo durante los primeros 7 kilómetros, llegar al ritmo objetivo desde el 7 al 14 y terminar un poco más rápido en los últimos cinco kilómetros.
KILÓMETRO OCHO
  • ¿Cuestas? Bueno, puedes pensar que a tus músculos les viene bien un cambio después de tanto tiempo corriendo en llano. También puedes entrenar si el recorrido es rompepiernas: entrena en la cuesta más grande de tu barrio una vez cada dos semanas. O, si no, en mitad de tu tirada larga una vez cada dos semanas.
KILÓMETRO DIEZ
  • Búscate un colega, aunque nunca llegues a ver su cara. Puede ser la coleta de una chica que esté delante de ti, o ese corredor de pelo rizado unos pasos más allá. Sigue su ritmo, piano, piano. Ganarás.
KILÓMETRO DOCE
  • Confía en tu entrenamiento. Aunque flaquees, lo llevas dentro. Sigue un buen plan de entrenamiento, confía en él y no caerás. Por cierto, mira la próxima página, tienes las reglas del juego.
KILÓMETRO CATORCE
  • Hora de la glucosa (con cuidado). Si te tomas un gel, necesitarás también líquidos. También hay que entrenar la toma de glucosa, de bebidas deportivas o de agua en los rodajes antes de la carrera.
KILÓMETRO DIECISÉIS
  • El truco de la caja: si quieres correr con buena técnica imagínate que estás corriendo dentro de una caja grande rectangular de cartón. Si alargas mucho la zancada o braceas demasiado te acabarás chocando con las paredes. Mantén una zancada corta y rápida. Los brazos, controlados: así mejorarás la técnica (aunque no te sientas mejor).
BONUS: MEJORA LA CUESTA
  • Si tratas de correr a ritmo de carrera en una cuesta gastarás mucha energía. Mejor hacerlo por sensaciones en esos tramos.
KILÓMETRO DIECISIETE
  • Baja el volumen de los asfixiados: aunque escuches a otros corredores hiperventilando en las cuestas del final, trata de no escucharlos. Mejor pensar en que te encantan las cuestas.
KILÓMETRO DIECINUEVE
  • Recuerda que ya has entrenado esto antes. Aunque te sientas horriblemente y no puedas escuchar porque tus pulmones están a punto de salirte por la boca, no te preopuces. Si has entrenado rectas estás listo para lo que está a punto de llegar.
BONUS: ENTRENA EL SPRINT
  • Antes del día de la carrera, haz sesiones de velocidad como ésta de Budd Coates. Corre entre 10 y 25 segundos más lento que el ritmo de 5 kilómetros 1.600 metros, luego 1.200, 800, 400, 1.200, 800 y 400. Recupera 400 metros entre cada una.
KILÓMETRO VEINTE
  • Confía en tus posibilidades. Debes creer que puedes mantener el ritmo más rápido posible en ese kilómetro final. Aunque creas que estás a punto de reventar, tienes que seguir aferrado a ese pensamiento: no vas a bajar el ritmo. Y lo lograrás. ¿Sabes por qué? Porque empezaste despacio.
BONUS: DIRECTO A META
  • Sólo porque has entrenado en progresión, comenzando los rodajes lento y has acabado rápido con algunas rectas.
META
  • ¡Lo lograste! Todo el que cruza la línea de meta es un ganador. ¡A celebrarlo!


fuente: www.runners.es

CONSEJOS PARA PREPARAR UNA CARRERA

Consejos para correr una carrera.




3 CONSEJOS PARA PREPARARSE
1. Come El día antes y la mañana de la carrera, toma alimentos que ya hayas probado y que sepas que te sientan bien. ¿Te notas revuelto? La ansiedad precarrera puede causar problemas gastrointestinales, así que evita la fibra, que puede empeorar las cosas.
2. Bebe Estar hidratado es clave, especialmente en las carreras más largas. Aumenta la ingesta de líquidos la semana previa. El día de la carrera, bebe un vaso de agua al levantarte y deja de beber media hora antes del disparo, así tendrás tiempo para una última parada en boxes.
3. Alegra esa cara La carrera es la celebración de semanas o meses de duro trabajo. Pensar en los kilómetros que has acumulado te ayudará a mantener la confianza. Y en la línea de salida, ¡sonríe! Te ayudará a sentirte bien.
EL PULSO
¿Cuál es tu mayor motivo de estrés?
  • 39% No poder hacer mis necesidades en el cuarto de baño
  • 14% Que la alarma no suene o no la escuche
  • 16% Olvidar meter en la bolsa algo fundamental
  • 16% Moverme por una ciudad desconocida
  • 15% El tiempo
CAMBIA EL CHIP
No te preocupes por el insomnio.
Un reciente estudio aporta más evidencias de que los atletas pueden rendir bien incluso cuando corren después de haber pasado una mala noche. Según los expertos, la preocupación de no ser capaz de dormir afecta más a la confianza en uno mismo –y a la carrera– que la propia falta de sueño.
LOS NÚMEROS CORREN
1.100
Son las prendas donadas a ONGs en el último Festival de Media Maratón de Runner’s World. Algunas carreras donan las últimas capas de las que los corredores se desprenden en la salida. Así que, en lugar de preocuparte por ir al guardarropa o perder tu prenda favorita, ponte cosas viejas y tíralas.
EN TU BOLSA
Desde tu glucosa hasta tus zapatillas; cuando viajes, pon en una bolsa aparte aquello que te sea imprescindible, así no tendrás que andar buscando en el último minuto. ¿Vuelas? Lleva contigo lo que no te debe faltar en caso de que tu equipaje se pierda. Prepara todo la noche anterior para que no te pille el toro. Tenerlo todo a mano en medio del aturdimiento de por la mañana será sinónimo de evitar estrés y, además, perderás menos tiempo antes de salir por la puerta.
“Un corredor que niegue tener miedo, nervios o cualquier otro tipo de indisposición es un mal atleta. O miente.” —GORDON PIRIE, Olímpico británico en 1952, 1956 y 1960

fuente: www.runners.es

3 MODOS DE CONVERTIRTE EN UN CORREDOR FLEXIBLE

Consejos para corredores.



3 FORMAS DE MANTENER ABIERTAS TUS OPCIONES
  • Ten un plan B Si la madre naturaleza maltrata tus sueños de mejorar marca, piensa más allá de tu reloj y persigue metas como mantener un buen ritmo o acabar fuerte.
  • Mezcla Tu plan de entrenamiento no tiene que estar grabado en piedra. Si tienes un evento el sábado por la noche te va a cansar para la tirada larga del domingo. Cambia ese entreno para un día en que sepas que vas a estar más descansado y preparado.
  • Otros Alimentos Las pasas, las barritas con miel o los pretzels reponen carbohidratos igual de eficazmente que los geles de energía. Más ideas sobre qué comer en runners.es/nutricion-salud
EL PULSO
¿Cómo mejoras tu flexibilidad?
  • 47% Estirando después de correr
  • 9% Con yoga
  • 4% Con un rollo de espuma u otro aparato de auto masaje
  • 17% Movilidad antes de correr
  • 23% No trabajo en mejorar mi flexibilidad
VERDAD O FICCIÓN: Los estiramientos estáticos antes de correr pueden hacerte más propenso a las lesiones.
  • VERDAD Estirar con las piernas frías puede causar debilitamiento muscular, lo que empeora la estabilidad y aumenta las posibilidades de que te hagas daño. En cambio, desencajarte un poco con una rutina de estiramientos dinámicos calentará los músculos y aumentará su rango de movimiento.
10
Es el porcentaje que aumenta el rango de movilidad de la rodilla después de pasar dos minutos con un rollo de espuma pasándolo por los cuádriceps, según un estudio reciente.
RÁPIDO SOBRE TUS PIES
  • Correr no sólo beneficia a tu cuerpo, también impulsa el poder de tu cerebro. Una investigación muestra que aquellos que hacen ejercicio aeróbico con frecuencia tienen mejor flexibilidad cognitiva que los activos. Hacer ejercicio mejora tu capacidad de realizar múltiples tareas con eficacia y adaptarte fácilmente a nuevas condiciones.
“Acepta los altibajos. Vas a tener días que te sientas como si estuvieras volando y días que hay que esforzarse. Esto es normal para todos los corredores.”
—GRETE WAITZ, nueve veces ganadora del Maratón de Nueva York.

fuente: runners.es

¿QUÉ HACER DESPUÉS DE LA CARRERA?

Cómo actuar tras cruzar la línea de meta.



¿ENTRENASTE CONSISTENTEMENTE EN LOS ÚLTIMOS meses y completaste tu primer medio maratón? ¡Enhorabuena! Ahora es tiempo de celebrarlo y de recuperar. Tan pronto como cruces la línea de meta, puedes empezar a dar los primeros pasos para reducir el dolor muscular, recargar con suplementación alimenticia para el cuerpo y volver a tus rutinas habituales cuanto antes. Aquí te explicamos qué hacer y cuándo hacerlo, para recuperarte de tu gran día.
CUANDO SALES DE LA ZONA DE META ¡Sigue andando! El movimiento ayuda a mantener el bombeo del corazón y nutres de oxígeno tu cuerpo. Evita detenerte o sentarte durante al menos 30 minutos después de la carrera. Camina hasta alguna tienda de alimentos para iniciar el proceso de recarga de combustible e ingiere alrededor de 300 calorías de carbohidratos simples (una bebida deportiva y un plátano, por ejemplo) dentro de la media hora desde que terminaste.
VUELTA A CASA O A TU HOTEL Mete tus piernas en un baño de agua fría durante 15 minutos para reducir la inflamación. Camina alrededor de 10 a 30minutos, dos o tres veces durante la tarde. Entre tus caminatas, descansa con las piernas elevadas. Toma pequeñas comidas cada dos o tres horas, el objetivo es obtener el 25 por ciento de las calorías con proteínas, un 20 por ciento de grasa, y el resto de hidratos de carbono complejos. Y bebe agua o bebidas deportivas, hasta que la orina sea de color amarillo pálido.
LOS DÍAS DESPUÉS Continúa hidratándote. Masajea los músculos doloridos con tus manos o un rodillo de espuma durante cinco minutos cada día. Si estás realmente tocado, pregunta a tu médico si algún anti inflamatorio te podría ayudar. Cada dos días, haz una suave sesión con los siguientes ejercicios para fomentar el  flujo de sangre ya se ayuda a que los músculos recuperen: camina durante 10 minutos, corre unos pocos segundos cada un minuto durante 10 a 20 minutos, y acaba con 10 minutos andando.
LAS SEMANAS DESPUÉS Gradualmente añade más tiempo de carrera a cada día de entrenamientos hasta que regreses al punto en el que te encontrabas antes de la carrera. En los días que no corras, camina o haz un entrenamiento cruzado suave. Si estás deseoso de participar en otra carrera, espera al menos tres semanas antes de hacer un 5k, y entre cuatro y seis semanas antes de hacer una más larga.

fuente: runners.es