Correr todos los días no tiene por qué ser sinónimo de mejorar. Se puede dar el caso (y no sería raro) que saliendo a correr todos los días no mejores ni en velocidad ni en ningún otro aspecto del entrenamiento, es fácil estancarse. En principio es incluso mejor descansar entre dos días de correr que salir, o por lo menos descansar los días después de los entrenamientos de calidad.
Correr todos los días es saludable y te hace mantenerte en forma, pero en muchos casos puede ser contraproducente si quieres mejorar tus marcas, sobre todo si haces el mismo tipo de entrenamiento todos los días. También se puede dar el caso que, si sueles participar encarreras populares el domingo y vas a tope, sumado a algún entrenamiento de series o calidad que hagas entre semana, te estés sobreentrenando (ya comentábamos los trucos para detectar el sobreentrenamiento).
En resumen, salir a correr todos los días puede ser un acierto si tienes un plan de entrenamiento adecuado (incorporando días de tiradas largas, días más suaves y días de series, calidad…), o un error si no lo tienes. Lo más importante es saber administrar los descansos y dejar al cuerpo recuperarse adecuadamente.
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